Van Gogh empezó a escribir a su hermano Theo y por azares de la vida esa correspondencia nos llegó, llegando a descubrir el interior de uno de los grandes genios del arte de la historia.
Así, leyendo una correspondencia prohibida he decidido escribirle yo a él sobre las reflexiones del arte, su arte, el de todos y el de ninguno a la vez.
Empiezo a escribir a Van Gogh pensando si él seria leería mi correspondencia o me tiraría a la basura.
Y como Theo, espero que él me ayude a inspirarme.