Llevaba un tiempo planteándome qué hacer con el panorama cultural que se vive en Granada.
Las exposiciones, ciertamente, son pocas, pero las noticias que llegan de ellas aún son menos. Pocos canales de información nos llevan a ellas, quitando, los periódicos locales que, quizás, se hagan eco de la apertura de algo nuevo, o no.
Pero lo que nunca hay es una crítica. Crítica en tanto un entendimiento y acercamiento a esas obras, pero también una valoración, pues la crítica no deja de ser algo pasional y subjetivo, como afirmaba Baudelaire.
Y en ocasiones me hierve la sangre al ver qué pocas cosas se saben, y lo que es peor, la calidad de algunas de ellas, desde impresionantes y fabulosas que nunca hubieses esperado que estuvieran en una pequeña ciudad de provincias (pues Granada no deja de ser eso) a insulsas exposiciones reiterativas en el mismo tema, con las mismas cosas.
Pues por ello me lanzo a una piscina en la que, espero, que haya una gota de agua.
Por ello primero anunciar que mañana, día 27 de mayo de 2014, se inaugura una exposición del Niño de las Pinturas, famoso graffitero de Granada.
